Una de las primeras veces que fui a “explorar” fue a un monte cerca de mi casa, tal vez a unos 10 Km. (si no calculo mal), salí muy temprano de casa, mi maleta contenía algunas frutas y agua para el camino…un palo de escoba era mi arma mortal para cualquier contratiempo, (contando el sin fin de perros que nos encontramos), teníamos que atravesar un basurero para poder llegar a la falda del monte…me divertí mucho ese día, pero no tanto a comparación de lo que les contare a continuación.
Algunos amigos de Europa me invitaron a montear en las montañas de Montecarlo, (para ubicarnos un poco a lo que digo, Montecarlo es una de las tres poblaciones que componen el principado de Mónaco), es un lugar maravilloso y hermoso ubicado a orillas del mediterráneo, al estar en este lugar tan maravilloso junto con mis dos grandes amigos…uno de ellos fue Xavier Conde de Montepin, un novelista y dramaturgo Frances romántico hasta morir, que en la mayoría de este viaje fantástico escribía y escribía sobre todo lo que veía…tengo que admitir que no fue muy bueno en lo que hacia pero note que Xavier si disfrutaba mucho su trabajo, un día me pidió de favor que leyera una de sus obras…”Los dramas del adulterio”, o si¡, un titulo que no me gusta ni lo mas mínimo, pero entiendo que en Europa se da un poco este “drama”, le prometí que con gusto leería su obra y le daría mi opinión y critica en cuanto terminara de leerlo…soy honesto y no lo oculto, no lo termine de leer…la drama de este libro, adulterio al por mayor y aunque lo disfrazaba con escenas cómicas no dejaba de ser eso…adulterio.
Ahora en este momento me siento un poco mal por eso, nunca le pude decir lo que pensaba de su obra…su muerte tan repentina fue un balde de agua fría para mi y para Raúl Montero Bustamante, mi otro acompañante en este viaje…para hablar un poco de Raúl les diré que era un gran escritor y profesor uruguayo…a diferencia de Xavier, Raúl fue presidente de la Academia Nacional de Letras, a el también le pidió Xavier leer su “obra adultera”, pero Raúl era muy inteligente y solo le decía…”La mejor opinión es la personal, el publico siempre te dirá verdades disfrazadas”, y creo que tenia razón. De Raúl leí una de sus mas grandes obras…”La ciudad de los libros”.
Xavier, Raúl y yo habíamos planeado este viaje durante dos meses hasta que llego el día esperado, la emoción recorría nuestra mente y cuerpo y solo nos sonreíamos en ese momento…visitamos Montecassino por supuesto, un monte italiano situado en la carretera de Roma a Nápoles, fue un gran centro cultural de la edad media y lo que mas nos gusto a los tres, importantísima biblioteca y escenario de una tremenda batalla en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial.
En Montecassino nos hospedamos en una posada muy al estilo medieval que me recordaba por momentos a Montecristi… (una provincia de la Republica Dominicana, situada entre Haití y el océano Atlántico, que por cierto una fuerte infección en mi estomago y garganta me impidieron disfrutar de ese viaje con otros amigos, pero esa es otra historia…después se las contare). Regresando a este viaje maravilloso con mis dos grandes amigos en esta posada vacacional nos venimos a encontrar con un compatriota mexicano que hacia tiempo no veía…y que por cierto jamás me imagine encontrarlo en esta parte del mundo, me refiero a Ignacio Montes de Oca, un Guanajuatense muy reconocido en el mundo, un gran traductor de obras literarias griegas y latinas, un verdadero poeta y a mucha honra mexicano, sus obras mas destacadas son…”Obras pastorales y Oratorias” y “Ocios Poéticos”…maravillosas en verdad.
Nacho…(que así le decía de cariño), nos contó que tenia dos días de haber llegado de Monterrey, México…y que también se dirigía a uno de sus sueños personales…visitar la ciudad de Montenegro en la extinta Yugoslavia, le comente que yo hace tres años aproximadamente había estado en Montenegro visitando sus numerosos lagos pero sobre todo viajando por sus dos hermosos ríos el Tara y el Piva, y por supuesto el Moraca, es una ciudad que sufrió mucho por la Primera Guerra Mundial, sus numerosas minas de hierro y cobre son uno de los motores económicos hoy en día, le recomendé algunos lugares para dormir y comer…solo platicamos dos días con Ignacio y después partió y es fecha que solo lo he visto en un par de ocasiones una de ellas hace tres años en el Festival Cervantino de cada año en la ciudad de Guanajuato, espero se encuentre bien mi querido Ignacio Montes de Oca.
Estando en Montecassino los habitantes del lugar nos platicaron que existe un Montepío (deposito de dinero destinado a socorrer a las viudas y huérfanos o para otras necesidades) y que la gente se encarga de “donar” ya sea dinero o algún bien para que siga funcionando el Montepío, un método rudimentario pero que a estado por cientos de años y aun sigue funcionando de igual manera…la gente habla de este lugar que mas que un lugar de ayuda parece un museo de tantas cosas que la gente dona o que esta empeñado. Me llamo mucho la atención una montera del siglo XVII que parecía nueva porque estaba en un cubo de cristal y el polvo no la maltrataba, nos dijeron que esa montera perteneció a una de las familias más importantes de Italia de aquel entonces.
Siguiendo con mis dos amigos en ese lugar Xavier y Raúl, dos días antes de partir de Montecassino me dijeron…”Edgar ya todo esta listo para la montería…estas listo tu?”, mi reacción simplemente un “si” con mi cabeza, estaba muy emocionado, el cazar un venado o mucho mejor un jabalí, me llenaba de un miedo muy agradable…montería (caza) muy emocionante, aunque el nombre de montería me recordaba mucho a una ciudad de Colombia con este mismo nombre…Montería, a orillas del río Sinu y que disfrute solo dos días ya que tenia que partir de inmediato.
Esa mañana alistándome para la montería, desde muy temprano llego a la posada la persona encargada de la cacería, es decir el montero…es la persona encargada de buscar la caza en el monte o de perseguirla, y que nos informo que teníamos que esperar a mas personas que irían con nosotros también…habían pasado cerca de 30 minutos y las personas no llegaban, hasta que por las puertas de la posada apareció la figura de María Dolores Montes, mejor conocida como Lola…bailarina y aventurera Irlandesa, una mujer muy interesante, tan interesante que tuvo un amorío con el rey Luis I, hasta que fue desterrada, no platicamos mucho con ella en los casi 5 días que estuvimos de caza, pero si me entere que publico dos libros sobre su vida y las artes, y para ser sincero no me llaman en lo absoluto el leerlos, por cierto?...que se habrá hecho la Lola?.
Seguíamos esperando y hasta que por fin apareció otra figura…Bolivia el país que le vio nacer y presidente de su amado país, durante su presidencia se fijaron numerosas fronteras, se estableció el matrimonio civil y la libertad de cultos…me refiero a un gran conocedor del campo…Ismael Montes, con su enorme sonrisa de oreja a oreja nos quito el enojo por no salir temprano, estos días de montería conocí de maravilla a Ismael, platicamos muchísimo sobre su país y el mío, en las platicas se acercaba siempre Raúl, y era cuando se ponían buenas las platicas, un uruguayo, un boliviano y un mexicano platicando durante largos momentos, creo que la sangre latina nos juntaba y teníamos unas veladas increíbles a la luz de la luna, las estrellas y por supuesto la fogata…nos hicimos muy buenos amigos, tanto así que Ismael nos acompaño a dos viajes mas por Europa y África…el que también se la paso muy bien en esos días fue Xavier que se hizo muy “amigo” de la Lola, por cierto?...que se habrá hecho la Lola?.
Y seguíamos esperando a las demás personas ya un poco cansados y con las ganas de cazar ya muy desgastadas…hasta que llego un personaje, que fue muy indiferente con las personas que estábamos esperando, incluido Xavier…y digo esto porque la persona que llego era compatriota de Xavier, pero la verdad nada que ver. Con su típico acento Frances llego Charles-Luis de Secondat Montesquieu…órale¡¡¡ ya hasta con escribir su nombre me dolió el estomago, filosofo y escritor Frances y aunque era considerado un gran escritor en Europa, para mi y mis demás compañeros era un presumido, llego con unas hojas en sus manos, estaba por terminar una de sus obras maestras (hasta ahora lo se), “El espíritu de la leyes”, y por supuesto que era muy presumido, no por nada presidio el Parlamento de Burdeos y aunque fue el mas apartado de todos, lo toleramos todo el viaje.
La última persona en llegar depuse de casi tres horas de espera, fue un gran violinista y cantante Italiano…Claudio Monteverdi que de inmediato se identifico con Ismael ya que Claudio era un gran músico destacado en el estilo religioso, Claudio transformo el naciente género conocido como: la opera. Aunque ya estábamos todos…el tiempo paso muy rápido, ya era muy tarde para salir a cazar, se decidió que al siguiente día saldríamos ahora si muy temprano…al día siguiente todos llegamos antes de la hora pactada, y aunque ese día de larga espera nos ayudo para conocernos mas…cuando me preguntaron si aun quería salir a montear ese día lo único que respondí…”A montear…mejor otro día”.
Hoy por cierto no tenía nada que decir… (EVM)
Algunos amigos de Europa me invitaron a montear en las montañas de Montecarlo, (para ubicarnos un poco a lo que digo, Montecarlo es una de las tres poblaciones que componen el principado de Mónaco), es un lugar maravilloso y hermoso ubicado a orillas del mediterráneo, al estar en este lugar tan maravilloso junto con mis dos grandes amigos…uno de ellos fue Xavier Conde de Montepin, un novelista y dramaturgo Frances romántico hasta morir, que en la mayoría de este viaje fantástico escribía y escribía sobre todo lo que veía…tengo que admitir que no fue muy bueno en lo que hacia pero note que Xavier si disfrutaba mucho su trabajo, un día me pidió de favor que leyera una de sus obras…”Los dramas del adulterio”, o si¡, un titulo que no me gusta ni lo mas mínimo, pero entiendo que en Europa se da un poco este “drama”, le prometí que con gusto leería su obra y le daría mi opinión y critica en cuanto terminara de leerlo…soy honesto y no lo oculto, no lo termine de leer…la drama de este libro, adulterio al por mayor y aunque lo disfrazaba con escenas cómicas no dejaba de ser eso…adulterio.
Ahora en este momento me siento un poco mal por eso, nunca le pude decir lo que pensaba de su obra…su muerte tan repentina fue un balde de agua fría para mi y para Raúl Montero Bustamante, mi otro acompañante en este viaje…para hablar un poco de Raúl les diré que era un gran escritor y profesor uruguayo…a diferencia de Xavier, Raúl fue presidente de la Academia Nacional de Letras, a el también le pidió Xavier leer su “obra adultera”, pero Raúl era muy inteligente y solo le decía…”La mejor opinión es la personal, el publico siempre te dirá verdades disfrazadas”, y creo que tenia razón. De Raúl leí una de sus mas grandes obras…”La ciudad de los libros”.
Xavier, Raúl y yo habíamos planeado este viaje durante dos meses hasta que llego el día esperado, la emoción recorría nuestra mente y cuerpo y solo nos sonreíamos en ese momento…visitamos Montecassino por supuesto, un monte italiano situado en la carretera de Roma a Nápoles, fue un gran centro cultural de la edad media y lo que mas nos gusto a los tres, importantísima biblioteca y escenario de una tremenda batalla en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial.
En Montecassino nos hospedamos en una posada muy al estilo medieval que me recordaba por momentos a Montecristi… (una provincia de la Republica Dominicana, situada entre Haití y el océano Atlántico, que por cierto una fuerte infección en mi estomago y garganta me impidieron disfrutar de ese viaje con otros amigos, pero esa es otra historia…después se las contare). Regresando a este viaje maravilloso con mis dos grandes amigos en esta posada vacacional nos venimos a encontrar con un compatriota mexicano que hacia tiempo no veía…y que por cierto jamás me imagine encontrarlo en esta parte del mundo, me refiero a Ignacio Montes de Oca, un Guanajuatense muy reconocido en el mundo, un gran traductor de obras literarias griegas y latinas, un verdadero poeta y a mucha honra mexicano, sus obras mas destacadas son…”Obras pastorales y Oratorias” y “Ocios Poéticos”…maravillosas en verdad.
Nacho…(que así le decía de cariño), nos contó que tenia dos días de haber llegado de Monterrey, México…y que también se dirigía a uno de sus sueños personales…visitar la ciudad de Montenegro en la extinta Yugoslavia, le comente que yo hace tres años aproximadamente había estado en Montenegro visitando sus numerosos lagos pero sobre todo viajando por sus dos hermosos ríos el Tara y el Piva, y por supuesto el Moraca, es una ciudad que sufrió mucho por la Primera Guerra Mundial, sus numerosas minas de hierro y cobre son uno de los motores económicos hoy en día, le recomendé algunos lugares para dormir y comer…solo platicamos dos días con Ignacio y después partió y es fecha que solo lo he visto en un par de ocasiones una de ellas hace tres años en el Festival Cervantino de cada año en la ciudad de Guanajuato, espero se encuentre bien mi querido Ignacio Montes de Oca.
Estando en Montecassino los habitantes del lugar nos platicaron que existe un Montepío (deposito de dinero destinado a socorrer a las viudas y huérfanos o para otras necesidades) y que la gente se encarga de “donar” ya sea dinero o algún bien para que siga funcionando el Montepío, un método rudimentario pero que a estado por cientos de años y aun sigue funcionando de igual manera…la gente habla de este lugar que mas que un lugar de ayuda parece un museo de tantas cosas que la gente dona o que esta empeñado. Me llamo mucho la atención una montera del siglo XVII que parecía nueva porque estaba en un cubo de cristal y el polvo no la maltrataba, nos dijeron que esa montera perteneció a una de las familias más importantes de Italia de aquel entonces.
Siguiendo con mis dos amigos en ese lugar Xavier y Raúl, dos días antes de partir de Montecassino me dijeron…”Edgar ya todo esta listo para la montería…estas listo tu?”, mi reacción simplemente un “si” con mi cabeza, estaba muy emocionado, el cazar un venado o mucho mejor un jabalí, me llenaba de un miedo muy agradable…montería (caza) muy emocionante, aunque el nombre de montería me recordaba mucho a una ciudad de Colombia con este mismo nombre…Montería, a orillas del río Sinu y que disfrute solo dos días ya que tenia que partir de inmediato.
Esa mañana alistándome para la montería, desde muy temprano llego a la posada la persona encargada de la cacería, es decir el montero…es la persona encargada de buscar la caza en el monte o de perseguirla, y que nos informo que teníamos que esperar a mas personas que irían con nosotros también…habían pasado cerca de 30 minutos y las personas no llegaban, hasta que por las puertas de la posada apareció la figura de María Dolores Montes, mejor conocida como Lola…bailarina y aventurera Irlandesa, una mujer muy interesante, tan interesante que tuvo un amorío con el rey Luis I, hasta que fue desterrada, no platicamos mucho con ella en los casi 5 días que estuvimos de caza, pero si me entere que publico dos libros sobre su vida y las artes, y para ser sincero no me llaman en lo absoluto el leerlos, por cierto?...que se habrá hecho la Lola?.
Seguíamos esperando y hasta que por fin apareció otra figura…Bolivia el país que le vio nacer y presidente de su amado país, durante su presidencia se fijaron numerosas fronteras, se estableció el matrimonio civil y la libertad de cultos…me refiero a un gran conocedor del campo…Ismael Montes, con su enorme sonrisa de oreja a oreja nos quito el enojo por no salir temprano, estos días de montería conocí de maravilla a Ismael, platicamos muchísimo sobre su país y el mío, en las platicas se acercaba siempre Raúl, y era cuando se ponían buenas las platicas, un uruguayo, un boliviano y un mexicano platicando durante largos momentos, creo que la sangre latina nos juntaba y teníamos unas veladas increíbles a la luz de la luna, las estrellas y por supuesto la fogata…nos hicimos muy buenos amigos, tanto así que Ismael nos acompaño a dos viajes mas por Europa y África…el que también se la paso muy bien en esos días fue Xavier que se hizo muy “amigo” de la Lola, por cierto?...que se habrá hecho la Lola?.
Y seguíamos esperando a las demás personas ya un poco cansados y con las ganas de cazar ya muy desgastadas…hasta que llego un personaje, que fue muy indiferente con las personas que estábamos esperando, incluido Xavier…y digo esto porque la persona que llego era compatriota de Xavier, pero la verdad nada que ver. Con su típico acento Frances llego Charles-Luis de Secondat Montesquieu…órale¡¡¡ ya hasta con escribir su nombre me dolió el estomago, filosofo y escritor Frances y aunque era considerado un gran escritor en Europa, para mi y mis demás compañeros era un presumido, llego con unas hojas en sus manos, estaba por terminar una de sus obras maestras (hasta ahora lo se), “El espíritu de la leyes”, y por supuesto que era muy presumido, no por nada presidio el Parlamento de Burdeos y aunque fue el mas apartado de todos, lo toleramos todo el viaje.
La última persona en llegar depuse de casi tres horas de espera, fue un gran violinista y cantante Italiano…Claudio Monteverdi que de inmediato se identifico con Ismael ya que Claudio era un gran músico destacado en el estilo religioso, Claudio transformo el naciente género conocido como: la opera. Aunque ya estábamos todos…el tiempo paso muy rápido, ya era muy tarde para salir a cazar, se decidió que al siguiente día saldríamos ahora si muy temprano…al día siguiente todos llegamos antes de la hora pactada, y aunque ese día de larga espera nos ayudo para conocernos mas…cuando me preguntaron si aun quería salir a montear ese día lo único que respondí…”A montear…mejor otro día”.
Hoy por cierto no tenía nada que decir… (EVM)
