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Que tiempos aquellos

Que buenos recuerdos se me vienen en estos momentos, recuerdos que me hacen sacar una pequeña sonrisa de mi boca recordando lo que era y que no me importaba mucho como vestía o hablaba o caminaba, ni con quien jugaba o en donde jugaba¡¡¡ Buenos recuerdos no cabe duda que me divertía de lo lindo...de verdad que tiempos aquellos. Crecí un tiempo en la colonia San Agustín en Naucalpan en la casa de mis abuelos, Abuelita Trini y Abuelito Trini, que curioso mis abuelitos Trinis preciosos, no recuerdo cuanto tiempo vivi con ellos pero lo que mas me acuerdo es lo que jugaba ahí en ese lugar para mi maravilloso e increíble. Nuestra casa estaba sobre unas mega bajadas tamaño extra que las teníamos que subir en zig zag, de izquierda a derecha porque subirlas de frente estaba realmente de locos...la colonia no era de las mas lindas de la zona, en realidad era de las mas conflictivas o al menos en ese entonces asi lo era, y creo que en la actualidad sigue siendo ruda, mi casa estaba a unos cuantos metros de un basurero, mega basurero...ahí jugaba algunas veces, pero no entre la basura si no en una casa abandonada que si tenia basura pero que al menos nos servia de protección y nos cubría de los cerdos que llegaban a hurgar entre las bolsas y que en muchas ocasiones nos pegaban unas corretizas a mis tíos Gustavo y Marina y a su servidor. La verdad yo si les tenía miedo a los cerdos por eso casi no salía de nuestra guarida anti-cerdos. El olor no era de los mas agradables al contrario toda la basura junta y el olor del río de aguas negras que corría junto al basurero hacia del lugar algo realmente no muy lindo que digamos, recuerdo una ocasión que regresábamos de la iglesia con mis tíos, teníamos que cruzar el río en las noches, nuestra única lámpara era la luna y nuestro único camino era un puente de madera que se caía solo con poner los pies encima, aun no había mucho acceso hacia la colonia, asi que teníamos que ser muy "valientes" y seguir hacia la casa por el puente, ese día mi mama le dijo a uno de mis tíos que me cargara para poder cruzar por el puente...no recuerdo que tío me llevaba en sus brazos lo único que yo hice fue recargarme sobre su hombro y ver quien estaba detrás de mi tío, cruzábamos muy despacio por temor a romper alguna madera...pero sucedió simplemente, solo escuche un tronido de madera rompiéndose y la voz de mi tía que decía: "agarrate fuerte", no recuerdo bien pero creo que fue mi mama que se cayo o alguna de mis tías al río pero se alcanzo a agarrar de una madera...como pudieron la subieron y la sacaron de ahí...perdió un zapato en el agua pero mejor eso a estar recordando únicamente su nombre. Yo tenía mucho miedo siempre de cruzar ese río, pero que le hacíamos toda vía no llegaba la civilización a mi colonia. Otro recuerdo de esos que me llegan nuevamente a mi cabeza es el de...convivir con mi vecino, el busca-pleitos, el bravucón y sobre todo abusivo con los niños en ese entonces de su edad o en mi caso...un año menor que el, asi es...el famoso "Turrin" (asi le decían), era de esos chamacos vagos que lo único que querían era estar haciendo maldad a toda la colonia, por supuesto tenia un gran ejemplo de su familia, delincuentes y mal hablados, su mama lo "invitaba" a pelearse y robar lo que pudiera...que gran vecino y amigo era el Turrin no?. Siempre nos encontrábamos en la calle, jugaba con el, platicaba con el, y la verdad asi lo quería yo por miedo...no quería que me agarrara de barquito y seria mucho peor o a mi tío Gustavo un año menor que yo, pero...por desgracia tuve que hacer lo que tanto miedo tenia...no se como paso el momento en que se levanto de "malas" y empezó a insultarnos (mis tíos y a mi), Gustavo y yo no queríamos hacer caso pero siguió y siguió...en realidad los dos teníamos miedo de enfrentarlo, lo que pasa que creció a lo bruto y sus brazos posiblemente eran mis pantorrillas, asi que físicamente no le llegaba a los talones...pero creo que puede mas el orgullo de ver a mi tío en el suelo...que solamente mi brazo derecho impacto su carita llena de mugre y empezamos a golpearnos como si fuera la ultima vez que nos veríamos, golpes y mas golpes por todos lados, lo curioso es que ninguno de los golpes que me dio fueron muy dolorosos..."ya me pelie?" le dije a mi tío, mi tío que solo se quedo viendo se dio cuenta que el Turrin era como el dicho "perro que ladra no muerde" y de inmediato se le aventó para reventarle nuevamente su cara...ah, mi tío Gustavo y yo por fin descansamos del maloso Turrin, necesitaba unos buenos golpes para tratarnos con gentileza, viva la paz y la armonía. El ultimo recuerdo de hoy que se me viene ahora, son las "bajadas" tamaño extra pero que me servían de mega resbaladilla en mis días de descanso, lo único que necesitaba era un "auto" para poder deslizarme sobre ella y el mejor vehiculo que era para mi fueron las tinas de plástico de mi abuelita, si...esas tinas de plástico que mi abuelita ocupaba para la ropa o para los trastes, esas tinas que me decían: "aqui estoy, tómame, fui creada para tu diversión" y pues asi lo hice...me metía en la tina y solamente....¡¡¡¡¡Jeronimoooooooo¡¡¡¡¡¡ Que divertido de verdad, ida y vuelta, una y otra y otra vez, bajar a toda velocidad en la tina y subir con moretones, raspones, y sangrando de rodillas y brazos, pero era el rey de la velocidad...y era valiente. Desafortunadamente mi abuelita no opinaba lo mismo cuando veía sus tinas rotas por el uso tan salvaje a las que eran sometidos nuestros vehículos plásticos, y por supuesto el castigo no se hacia esperar, pero en fin...teníamos que esperar a que comprara otras tinas, aunque la verdad esto no nos impedía conseguir otro vehiculo...laminas de acrílico, laminas de plástico del techo, pedazos de tinas ya desechas o de cubetas, eso era lo único que necesitábamos.

Recuerdo que en ese entonces estaban por poner la tubería de las aguas negras para la colonia, asi que la gente que trabajaba en ese proyecto cavaron unas zanjas muy grandes para meter los tubos de concreto, no se...tal vez unos 4 o 5 mtos. de diámetro de cada tubo, exactamente enfrente de nuestra bajada hicieron uno de estos "hoyos" para meter los tubos...al principio no nos afectaba en nada, es mas...con la misma tierra que sacaron del piso la pusieron en las orillas para volver a ocupar como relleno o para que no se cayera la gente, para nosotros sirvió esa tierra como una especie de pared de seguridad, ya que cuando llegábamos a la parte plana después de bajar a toda velocidad, en ocasiones no nos podíamos detener hasta que el impulso se acabara y esa pared nos sirvió para frenarnos con estilo, porque caíamos en "blandito" y los golpes ya no eran tan fuertes...pero en una ocasión ya de tantas frenadas sobre la tierra me avente como casi todos los días sin saber que con el "uso" de nuestra pared se fue haciendo mas pequeña y la tierra se fue regando por la calle, lo que paso que cuando llegue a la parte plana con tanta fuerza no me detuvo mi pared por la tierra tan fina que se había hecho...asi que salí prácticamente volando hacia la zanja y caí de unos 5 mtos. el golpe lo recuerdo porque caí de lado...lo peor de todo es que mi tío Gustavo me vio y me dijo: "Edgar...pásame la tina me toca a mi", salí como pude y con un golpe muy fuerte, pero asi es la vida cuando se es niño, o no?

Hay mas historias y recuerdos que me piden salir de la cabeza, pero por ahora se acabo el tiempo de escribir, prometo contar la vez que me raspe las nachas en una de esas bajadas maravillosas, que tiempos aquellos, la verdad no me preocupaba nada. Hoy no tenía nada que decir...(EVM)

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